viernes, 11 de octubre de 2013

Video-review: Gel SPF 50 de Heliocare.

¡Hola a todos! 

Tras este largo parón veraniego, vuelvo con vosotros para hablaros sobre un producto que he estado utilizando durante todo este verano 2013: el GEL SPF 50 de la marca HELIOCARE.
Heliocare Sunscreen SPF 50 Gel 50ml
Todos los días (y sin excepción), antes de irme a la playa, me aplicaba este gel por todo el rostro frente al espejo, con cuidado y viendo que no faltara zona por cubrir (en el vídeo os explico porqué he sido tan cuidadosa con la aplicación).

Aquí va:


Os dejo la lista de ingredientes del producto, para que le echéis un ojo... (Ojo pieles hipersensibles/alérgicas: lleva perfume. En mi caso, que tengo la piel sensible, no me ha causado ningún tipo de reacción.)
Aqua Ethylhexyl Methoxycinnamate Octocrylene Styrene/Acrylates Copolymer Cyclopentasiloxane Glycerin Hexylene Glycol Polyacrylamide PEG/PPG-20/6 Dimethicone Zinc Oxide C13-14 Isoparaffin Polypodium Leucotomos Leaf Extract Phenoxyethanol Titanium Dioxide Laureth-7 Cetyl Dimethicone Camelia Sinensis Extract Tocopheryl Acetate Dichlorobenzyl Alcohol Micrococcus Lysate Tetrasodium EDTA Alumina BHT Simethicone Triethoxycaprylylsilane Parfum Linalool Limonene

Como no se distingue muy bien en el vídeo, os dejo una imagen en la que podéis observar la textura y el tono beige del que os hablaba y que tanto me ha gustado de este gel:


El acabado es MUY natural, no se queda la piel brillante ni nada parecido, aunque sí que es verdad que tras la aplicación debemos dejar que la piel absorba bien el producto (5 minutos aproximadamente) para que el acabado sea mate.
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¿Qué os ha parecido? ¿Os animaríais a comprarlo? ¿Ya lo habéis probado?

Cuéntame tus dudas, tu opinión sobre el producto o lo que quieras sobre él aquí debajo, dejándome un comentario en el propio vídeo, o bien por las redes sociales: Twitter/Facebook.


viernes, 31 de mayo de 2013

Tarta de “queso” (sin leche, sin gluten y sin huevo)

Hoy os traigo una receta de tarta de “queso”.  Las razones de porqué pongo la palabra queso entre comillas son dos y son las siguientes:
  • En sí, no se trata de la tarta convencional de queso hecha con Philadelphia y nata que solemos ver por ahí ya que, con el fin de hacerla apta para los intolerantes y alérgicos a la lactosa o a las proteínas de la leche, sustituí estos ingredientes por yogures de soja, pero eso lo veremos con calma después.
  • A pesar de no llevar queso, decidí ponerle este nombre por la similitud que guarda con la mítica tarta de queso fría que todos conocemos, con su base de galletas y mermelada de fresa o arándanos por encima.

Como suele ser siempre, esta tarta es fruto de un experimento con el que finalmente obtuve un resultado muy bueno y, no sólo por haber quedado una tarta “vistosa”, sino porque de sabor quedó realmente buena y puede aliviar el “mono” de tarta de queso a más de un recién (o no tan recién ya) intolerante o alérgico a la leche.


Además, de los ingredientes que utilicé, ninguno lleva gluten ni huevo, por lo que estaríamos ante una tarta también apta para celíacos e intolerantes/alérgicos al huevo.

Una vez explicado esto, vamos con los ingredientes y con su modo de elaboración.

Ingredientes
4 yogures de soja.
4 cucharadas de azúcar glass.
4 láminas de gelatina neutra.
Zumo de medio limón.
11 galletas (en este caso sin gluten, sin huevo y sin leche).
2 cucharadas de mantequilla vegetal.
Para decorar: fresas y mermelada de fresa, algún sirope apto o lo que queráis (y podáis tomar).

Productos que utilicé y sus marcas.
Todos sin leche, gluten y huevo.

Preparación
Trituramos las galletas hasta hacerlas casi polvillo (yo utilicé un molinillo, pero vale Thermomix, picadora… o métodos más convencionales como el de utilizar un mortero o meter las galletas en un paño y golpearlas contra una superficie).

Calentamos la mantequilla en un tazón en el microondas durante 10-15 segundos.

Echamos la galleta machacada en el tazón de mantequilla y mezclamos bien hasta que se forme una especie de masa que podemos manejar perfectamente con los dedos sin que se desmigue.

Cogemos el molde (en mi caso de 22 cm de diámetro) y vamos poniendo como base esta mezcla, presionando con los dedos, hasta cubrirla en su totalidad y la metemos en el frigorífico.

En un recipiente con agua fría, ponemos las cuatro láminas de gelatina y las dejamos en remojo para que se hidraten.

Ponemos una olla al fuego y echamos los yogures de soja el azúcar glass*, el zumo de limón y removemos sin parar con una cuchara de madera (lo que se pretende no es que hierva, si no calentar el yogur y hacer que tanto el azúcar glass como el zumo de limón le den, poco a poco, su sabor).

Retiramos del fuego. Escurrimos bien las láminas de gelatina y las incorporamos a la mezcla. Removemos hasta que se disuelvan por completo.

Cogemos el molde de la nevera y echamos la mezcla. Lo volvemos a meter en la nevera y esperamos que cuaje: más o menos en una hora, hora y media, la tarta estará lista para comer.

Antes de servir (ya una vez cuajada), cubriremos la tarta con mermelada de fresa (o la que más os guste) y con fresas naturales. Además, para hacer más vistoso el plato, podemos adornar el pedazo que cortemos con algún sirope apto.

*Si no tienes azúcar glass, puedes hacerla tú mismo. Sólo necesitas un molinillo de café (o sucedáneo), azúcar y maicena. En este caso, pondremos cuatro cucharadas de azúcar en el molinillo hasta hacerlas polvo y, a continuación, echaremos un cuarto de cucharadita de maicena. La harina de maíz actúa como antiaglomerante, deja el azúcar glass totalmente suelta y hará que nos dure más tiempo.

¿Qué os parece? Sencilla, ¿verdad?

Os dejo una foto de uno de los cachitos de este primer experimento:


Quizá me haya precipitado un poco en subir la receta (y en hacerla) porque, como veis, la base de galleta me quedó más bien finita (en la foto casi ni se ve) porque tenía menos de once galletas (sé que son once porque en otra ocasión hice una tarta y había quedado perfecta la base), pero me apetecía mucho compartirla con vosotros.

Como siempre, os animo a que la hagáis: se hace en poco tiempo, está muy rica, es muy suave y, además, es más sana que las de queso de toda la vida.

Si os queda alguna duda de la receta o si queréis preguntarme algo acerca de alguno de los ingredientes, no dudéis en escribirme aquí debajo o contactar conmigo por Twitter o Facebook.


jueves, 23 de mayo de 2013

Palmeritas de hojaldre (sin pizca de leche).

Hoy os traigo la receta de palmeritas de hojaldre que hice la semana pasada y que tuvo bastante éxito, tanto que no duraron encima del plato ni un día entero.

Para hacerlas, me he basado en la receta colgada en el blog de JaviRecetas, el cual os recomiendo porque está muy bien organizado y trae todo muy bien explicado (recetas paso a paso, imágenes, etc.)

La receta es muy sencilla, ya que la plancha de hojaldre es comprada. Algún día me animaré a hacer hojaldre casero y os contaré la hazaña en el caso de que me salga algo en condiciones.

El hojaldre que utilicé para esta receta es de la marca Hacendado y NO TIENE LECHE, por lo que estas palmeritas son toleradas por todas aquellas personas intolerantes o alérgicas a este producto. Pero OJO… en Mercadona podemos encontrar dos hojaldres de la marca Hacendado: uno que está colocado en la sección de refrigerados y otro que está en la sección de congelados. El apto para intolerantes/alérgicos a la leche es este último, el de la sección de congelados. El de la sección de refrigerados lleva leche (además, el de esta sección es de Casa Tarradellas para Hacendado, no de Hacendado en sí).

Esta receta no es apta para celiacos, dado que la masa contiene harina de TRIGO.

Una vez aclarado esto, procedo a daros la receta.

Ingredientes
Una plancha de hojaldre
(de Hacendado sección congelados si necesitas que sea sin leche)
Azúcar
Para pintar: mermelada de albaricoque/melocotón o un huevo batido.

Utensilios necesarios: rodillo, pincel de cocina.

Preparación
Sacamos una de las planchas de hojaldre del congelador y la dejamos descongelar unos 20 minutos encima del papel de horno que trae la propia cajita. En el caso de que el hojaldre no esté congelado, nos saltaremos este paso.


Una vez descongelado, desplegamos la plancha para que quede estirada. Cogemos un poco de azúcar con los dedos, espolvoreamos por encima y, con un rodillo, pasaremos por encima apretando un poquito para que el azúcar se adhiera bien a la plancha.


Tras esto, haremos una línea imaginaria que divida la plancha en dos mitades iguales (podemos marcar muy suavemente con un cuchillo), cogemos los dos laterales y los llevamos a esa línea media. Cogemos un poquito de azúcar, espolvoreamos por encima y pasamos rodillo para que el azúcar se pegue bien.


Realizamos este último paso una vez más: cogemos los laterales, los llevamos al centro, espolvoreamos con azúcar y pasamos rodillo.


A continuación, hacemos una última y única doblez, de tal manera que la plancha quede como en la foto (quedará como un “tronquito” ^-^). Espolvoreamos un poquito más de azúcar y, esta vez, apretamos suavemente con los dedos (no con el rodillo).


Cogemos un cuchillo bien afilado y cortamos el “tronquito” en rodajas de 1 cm aproximadamente. Les doblamos hacia fuera un poquito las puntas y las disponemos bien separadas en el papel de horno. Con un pincel de cocina, las pintamos con mermelada o huevo (en mi caso utilicé mermelada de melocotón).



Metemos en el horno unos 10 minutos a 200º (previamente precalentado) y, pasado este tiempo (y con cuidado de no quemarse), daremos la vuelta y dejamos que se doren unos 4 minutos más.

¡LISTO!

Para que veáis más o menos como quedan, os dejo unas fotos de cómo quedaron las mías.




¿Qué os parecen? La receta es muy sencilla, aunque al leerla pueda no parecerlo.

Además, estaban muy muy ricas, por lo que os animo a que las hagáis sin dudarlo.

Si os ha quedado alguna duda de la receta o de alguno de los pasos, no dudéis en escribir un comentario aquí debajo o en dejarme un comentario en Twitter o Facebook.

viernes, 17 de mayo de 2013

Las BB Creams + Review de la BB Hydreane de La Roche Posay

Desde hace aproximadamente dos años, hemos sido testigos de la creciente popularidad de un producto cosmético que promete proteger e hidratar la piel de nuestro rostro, unificar el tono, eliminar las imperfecciones, etc. Un producto que no es un maquillaje, pero que tampoco es una hidratante con color. Un producto llamado BB CREAM.

Pero… ¿qué es una BB cream? ¿Cuál es su historia?
Las siglas BB responden a las iniciales de “Blemish Balm”. Se trata de un bálsamo formulado por dermatólogos alemanes que, debido a su acción anti inflamatoria, protectora y regenerante (entre sus ingredientes se encontraba el aloe vera o la centella asiática) se utilizaba para cuidar la piel después de intervenciones quirúrgicas o con láser. Por su gran cobertura y también por sus pigmentos grisáceos, estás cremas blanqueaban bastante bien la piel por lo que empezaron a ser furor en Asia, especialmente en Corea del Sur y Japón, donde las actrices la utilizaban debido a su acabado blanquecino y opaco.
Las primeras BBs comercializadas en Asia no se basaban exactamente en la fórmula original, sino que ésta fue rediseñada para satisfacer, no solo necesidades de tipo médico, sino necesidades relacionadas con la estética personal habitual. Así, se convirtió en un producto con funciones regenerantes, blanqueadoras, antisépticas, antiedad, de protección solar… es decir, se convirtió en un producto cosmético con funciones de TRATAMIENTO.


La llegada de las BB Creams a occidente…
Muchas chicas occidentales empezaron a unirse a este nuevo fenómeno comprando por Internet BBs procedentes de países orientales, pero se encontraron con un gran inconveniente: las chicas niponas tienen un subtono de piel diferente al nuestro, por lo que estas BBs provocaban un efecto grisáceo/blanquecino en nuestras pieles.

Desde hace escasos dos años, marcas europeas como Garnier, L’oreal, Steè Lauder, Clinique… han ido reformulando las BBs asiáticas y sacando las suyas propias al mercado. Esta reformulación ha consistido básicamente en adaptar el producto a las características de las pieles occidentales, sustituyendo ese tono grisáceo por uno más dorado y modificando la cobertura para que el resultado al aplicarla sea más luminoso y no tan pastoso como el de las BBs orientales.

Mi primer contacto con una BB: BB Hydreane de la Roche Posay.
Hace unos 8 o 9 meses aproximadamente, los laboratorios de La Roche Posay sacaron al mercado una BB Cream, dentro de la gama Hydreane, enriquecida con su agua termal. Como tengo fe ciega por estas marcas de parafarmacia, decidí investigar.

Estudiando un poco la cajita, vi que se trataba de un producto recomendado para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles, disponible en dos tonos (light y medium) y que prometía, con un solo gesto,…
  • Unificar el tono de la piel por los pigmentos minerales que lleva.
  • Hidratar la piel y la suavizarla durante todo el día.
  • Proteger de la radiación solar y prevenir, por tanto, el envejecimiento (SPF 20).
  • Iluminar. Tiene efecto luminosidad.
  • Calmar las rojeces gracias al agua termal de La Roche Posay que contiene la fórmula.


Además, se trataba de un producto libre de parabenes, hipoalergénico, no comedogénico y formulado para reducir al mínimo la presencia de níquel. (OJO: no está libre de aceites, lo veremos a continuación en su composición)

Su precio rondaba los 16 euros y la cantidad que traía el botecito era de 40ml.

Sus ingredientes: AQUA / WATER, C12-15 ALKYL BENZOATE, GLYCERIN, ISOHEXADECANE, OCTOCRYLENE, ISODECYL NEOPENTANOATE, ALCOHOL DENAT., BUTYL METHOXYDIBENZOYLMETHANE, BUTYROSPERMUM PARKII BUTTER/SHEA BUTTER, ALUMINUM STARCH OCTENYLSUCCINATE, TEREPHTHALYLIDENE DICAMPHOR SULFONIC ACID, DROMETRIZOLE TRISILOXANE, POTASSIUM CETYL PHOSPHATE,PEG-100 STEARATE, GLYCERYL STEARATE, TRIETHANOLAMINE, ZEA MAYS OIL / CORN OIL, PRUNUS ARMENIACA KERNEL OIL / APRICOT KERNEL OIL, PASSIFLORA EDULIS OIL / PASSIFLORA EDULIS SEED OIL, TOCOPHERYL ACETATE, SODIUM HYDROXIDE, SODIUM HYALURONATE, PHENOXYETHANOL, STEARIC ACID, ARGILLA / MAGNESIUM ALUMINUM SILICATE, PALMITIC ACID, SILICA, BENZYL BENZOATE, CAPRYLYL GLYCOL, PARFUM / FRAGRANCE, ACRYLATES/C10-30 ALKYL ACRYLATE CROSSPOLYMER, ACRYLATES COPOLYMER, DISODIUM EDTA, CETYL ALCOHOL, BHT, ORYZA SATIVA BRAN OIL / RICE BRAN OIL. *Puede contener: CI 77891 / TITANIUM DIOXIDE, CI 77492, CI 77499 / IRON OXIDES, CI 77491, CI 77491, CI 77492, CI 77499 / IRON OXIDES, MICA.

¡CONVENCIDA!

Fui a una parafarmacia a preguntar por ella y me dieron unas cuantas muestras en el tono más claro. La probé y me sorprendió mucho: el “efecto buena cara” que tanto se remarca en los spots publicitarios era verdad. ¿Cuál fue el problema que le encontré? que mis marquitas de acné se seguían notando. Para que me entendáis… ¿Unifica el tono? SI. ¿Cubre imperfecciones? MUY LIGERAMENTE. Si buscáis cobertura para tapar marcas o manchas, esta no es la mejor opción; en cambio, si buscáis “camuflar” un poquito o buscáis algo para echaros y no llevar la piel del rostro “desnuda”, sí que os la recomiendo. El acabado es muy natural y bastante jugoso: la sensación al echártelo es de piel hidratada. Yo me la apliqué directamente con las manos: cogí un poquito de producto (una avellana, más o menos), lo calenté un poquito entre los dedos y me lo apliqué de manera homogénea. Para evitar posibles brillos al pasar las horas, matifiqué nariz y pómulos con los polvos mosaico de Avène.

Y, ahora, la pregunta del millón ¿Compré el producto tras probarlo de las muestras? Pues NO, por una sencilla razón: la escasa cobertura. He tenido época de granitos y la BB no me resultaba suficiente para “camuflarlos”, así que volví a mi base de maquillaje fluida.

Pero hace una semana y, aprovechando que mi madre se la había comprado y que estoy mejor de la cara, la volví a probar. No era el tono claro, era el medium y tengo que decir que para ahora me gusta mucho más que el light, ya que da un color doradito muy natural, perfecto para esta época del año en la que ya nos apetece quitarnos la palidez invernal. 

Como había leído por internet que muchas chicas utilizaban su BB como prebase antes de aplicarse su maquillaje habitual, decidí experimentar: eché tres gotitas de mi base de maquillaje fluida (ahora estoy con la Toleriane de La Roche Posay) y un poquito de la BB en la mano y mezclé. Me apliqué la mezcla en el rostro y el resultado fue PERFECTO: más cobertura que con la BB sola, menos sensación de ir maquillada y también un resultado más natural que con la base sola, los pigmentos de la BB dieron un colorcito más dorado a la base y el tono resultante quedó muy bonito… en resumen, estoy encantada con el experimento.

A continuación, os pongo una imagen de como queda en mi piel la BB en el tono medium, para que veais el color tan bonito que deja:

Se nota, ¿verdad? :)
Fotos sacadas bajo las mismas condiciones lumínicas.
Sin flash.
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¿Qué os parecen las BB Creams? ¿Habéis probado ya alguna?
Si tenéis alguna pregunta sobre el producto, no dudéis en poneros en contacto conmigo escribiéndome un comentario aqui debajo, o bien por Facebook o Twitter.


domingo, 5 de mayo de 2013

Bizcocho de limón y almendra crocanti (sin gluten y sin lácteos)

En esta entrada os traigo otra receta improvisada de bizcocho, pero esta vez los ingredientes estrella son el limón y la almendra crocanti.

Ya sabéis que siempre intento que mis “obras reposteras” sean aptas para celíacos, intolerantes a la lactosa o APLV, así que esta no iba a ser menos. Este bizcocho también es apto para todos ellos J

Se trata de una receta muy sencilla y el resultado es buenísimo. El toque de las almendras crocanti es todo un acierto; le dan un toque diferente a ese bizcocho de limón que conocemos de toda la vida.

Ingredientes
200 gr de Mix Dolci C de Schär
200 gr de azúcar
100 ml de aceite de girasol
3 huevos
½ sobre de levadura
(la de la marca Hacendado no tiene ni gluten ni trazas de leche)
La ralladura de medio limón y un poco de su jugo
Almendras crocanti (yo utilicé las de Mercadona)

Preparación
Precalentamos el horno a 180º.

En un bol, echamos los huevos junto con el azúcar y batimos bien hasta que quede una mezcla blanquecina.
Añadimos el aceite de girasol, la ralladura de limón y un poquito de su zumo y batimos.

A continuación, echamos la harina tamizada y la levadura y volvemos a batir bien hasta que quede una masa homogénea.

Cogemos 5 puñaditos de almendra crocanti, los incorporamos a la masa y removemos con una cuchara de madera.

Echamos la mezcla en un molde, previamente untado con un poquito de aceite de girasol y espolvoreado con harina (si es de silicona no hace falta), y metemos en el horno durante 35 minutos.

Una vez pasado este tiempo, comprobamos que el bizcocho está hecho pinchándolo con un palillo o con un cuchillo. Si este sale limpio, el bizcocho está hecho. En caso contrario, deja unos 5 minutos más.

Dejamos enfriar y desmoldamos.
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Et voilà! ¿No os parece muy sencillo de hacer? Para que os hagáis una idea del resultado (y como siempre os digo: “para muestra, un botón”), os dejo unas fotos del que hice esta tarde.




 ¡Espero que os animéis a hacerlo porque está buenísimo!

En el caso de que os quede alguna duda de su elaboración, no dudéis en contactar conmigo escribiéndome aquí abajo, en Facebook o  en Twitter.


jueves, 25 de abril de 2013

Las soluciones micelares + Review de Sensibio H2O

¿Tienes la piel sensible y necesitas un producto de limpieza y/o desmaquillante que respete tu piel y no sabes por cuál decantarte? ¡Quédate y entérate!

Hace unas tres semanas, fui a la parafarmacia de El Corte Inglés con el objetivo de cambiar un poco mi rutina de limpieza facial. Hasta ahora lo que estaba utilizando para limpiarme la cara y desmaquillarme eran los productos de la línea Effaclar de la Roche Posay (dirigida a pieles sensibles, grasas y/o con tendencia acneica) y, a mayores, la Cleanance K de Avène (sólo por las noches como hidratante única).

Limpiadora: Effaclar gel moussant purifiant.
Tónico: Effaclar lotion astringent micro-exfoliant.
Hidrantante día: Effaclar Mat.
Hidratante noche/tratamiento: Cleanance K.
A decir verdad, tanto el gel como la hidratante me gustaban (y me siguen gustando) bastante, de hecho, la Effaclar mat la sigo utilizando. Lo que menos me convencía era la loción, ya que me daba la sensación de que me irritaba, además de enrojecerme bastante la piel. A pesar de ser un producto destinado a pieles sensibles, contiene ALCOHOL desnaturalizado, por lo que cuando lo aplicaba acababa roja cual tomate y, esa rojez, no se me quitaba en al menos ¡UNA HORA! Estaba claro: necesitaba un cambio. Buscando alternativas por Internet, me encontré con las soluciones micelares y, en concreto, con las que los Laboratorios Bioderma ofrecen.

¿Qué son las soluciones o aguas micelares?
Las soluciones o aguas micelares  se utilizan para limpiar y desmaquillar tanto el rostro como los ojos. Deben su nombre a que son productos hechos al agua sin apenas aditivos químicos. Por este motivo, son toleradas por todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.

 Bioderma las denomina H2O y nos ofrece un total de cuatro:
  1. Hydrabio H2O: solución micelar dirigida a pieles sensibles y deshidratadas.
  2. Sébium H2O: solución micelar dirigida a pieles sensibles mixtas/grasas y/o con tendencia a imperfecciones.
  3. Sensibio H2O: solución micelar destinada a pieles sensibles, intolerantes y/o con tendencia a rojeces.
  4. White objetive H2O: solución micelar destinada a pieles sensibles con problemas de pigmentación (manchas solares, manchas propias de las pieles más maduras…).

Cuando me fui a comprarla, iba con la idea de hacerme con la de la línea Sébium dado mis problemas de granitos inoportunos y brillos en nariz y sus laterales, pero la chica de la parafarmacia me recomendó la Sensibio por dos razones:
  • No tengo la piel excesivamente grasa a pesar de tener esos granitos.
  • Tengo zonas con dermatitis atópica, por lo que corría el riesgo de que este producto (aunque sea destinado a pieles sensibles) me resecara mucho y me provocara nuevos brotes.
Así, ese día me hice con la Sensibio H2O y con otro producto de Bioderma del que os hablaré en otra entrada.

Como veis en la imagen de arriba, el producto viene en un botecito de tapón fucsia y trae 250 ml y tiene una duración de 12 meses abierto. Había visto por Internet imágenes del bote y me había parecido muy práctico su dispensador a modo de botón: con el bote en vertical, pulsabas con el algodón y te salía la cantidad de producto necesaria. El que yo me compré debe ser de una tirada antigua porque me trae el mítico dispensador de agujerito.

La Sensibio H2O es una solución micelar que, como comenté anteriormente, está dirigida a aquellas pieles normales/mixtas muy sensibles e intolerantes, con tendencia a sufrir de picazón, sensación de recalentamiento, rojeces, picores, etc. los cuales aparecen como reacción a estímulos tales como los rayos UV, el calor, el frío, algunos cosméticos e incluso el estrés.

Es un producto que:
  • Se puede utilizar tanto en la rutina de limpieza de día como en la rutina de limpieza de noche.
  • Sirve para limpiar/desmaquillar (incluidos los maquillajes resistentes al agua) tanto rostro como ojos y no necesita aclarado.
  • No contiene alcohol, ni jabón y cuenta con un PH fisiológico.
  • Es hipoalergénico, por lo que garantiza una excelente tolerancia.
  • Gracias a sus activos calmantes y descongestionantes, calma la epidermis irritada y atenúa las rojeces.
La aplicación es muy cómoda: con un algodón de disco, echas un poquito de producto y te lo pasas  suavemente por el rostro. En el caso de que estés desmaquillándote, quizá necesites empapar dos algodones. Tu piel estará lista cuando el algodón salga limpio.

Otro punto fuerte del producto es que es un all-in-one, es decir, además de limpiar y desmaquillar, también tonifica, por lo que nos ahorramos usar un tónico aparte. Por este motivo, una vez pasado el algodón con la H2O, podemos aplicarnos directamente nuestra hidratante.

Opinión personal
Puedo deciros que, desde la primera aplicación del producto, noté cambios MUY SIGNIFICATIVOS. A continuación os detallo cuáles son:
  • Cero irritación y muchas menos rojeces que con los productos de mi anterior rutina (no puedo decir que no me enrojece nada dado que tengo la piel bastante sensible y el hecho de arrastrar un algodón por mi cara ya me afecta).  Al pasar unos 15 minutos, recupero mi tono de piel.
  •  Cuando te lo aplicas no te deja la piel para nada tirante ¡todo lo contrario! Sientes la cara fresca como una lechuga.
  • He ganado en suavidad y, en general, mi piel se ve más calmada.
Por último, deciros que no descarto comprarme la Sébium H2O para esos días en los que me salen más granitos. Eso sí, solo lo utilizaría por las mejillas porque es por donde me salen. En el resto de zonas emplearía la Sensibio. Es lo que tiene tener una “cara por partes”: frente y mentón secos con tendencia a brotes atópicos, mientras que mejillas algo más grasas con tendencia a que me salga algún granito.

¿Qué os han parecido las aguas micelares? ¿Las habías probado ya? ¿Qué os han parecido las de Bioderma?

Si te ha quedado alguna duda sobre el producto o quieres más información sobre mi rutina de limpieza facial diaria, déjame un comentario aquí debajo o en la redes sociales: Facebook / Twitter



lunes, 8 de abril de 2013

Pastas de limón sin gluten y sin lactosa.


Hoy os traigo una receta de pastas de limón inventada por mí y que fui haciendo sobre la marcha. Os cuento.

Ayer fui a Hipercor y me hice (¡por fin!) con la harina Mix Dolci C de Shär, un producto que tenía bastantes ganas de comprar para poder hacer mis “obras reposteras” sin pizca de gluten.

Para los que no conozcáis este producto, la Mix Dolci C de Shär es un preparado sustitutivo de la harina convencional creado específicamente para cocinar con éxito todo tipo de repostería: galletas, tartas, bizcochos, dulces navideños, masa quebrada para pastas, magdalenas, gofres, budines y cremas. Se trabaja fácilmente y, mezclada con el resto de productos de la receta que queráis hacer, da lugar a una masa esponjosa y delicada.


Sus ingredientes son: almidón de maíz, harina de maíz, espesante: harina de semillas de algarroba (contiene trazas de altramuz).

No contiene ni gluten, ni trigo, ni lactosa y tampoco cuenta con añadidos de leche, de soja o de huevo, por lo que se convierte en un producto apto para toda esa gente alérgica o intolerante a alguno de estos alimentos.

Como veis en la imagen, el paquete trae 1 kilogramo de producto y su precio ronda los 4’50€.

Pues bien, como amanecí con bastantes ganas de probarla, decidí inventarme unas galletas de limón suaves. La cosa quedó de la siguiente manera:

Ingredientes
175 gr de harina Mix Dolci C de Shär
1 cucharadita de levadura en polvo
2 huevos
75 gr de azúcar
Una cucharada bien llena de mantequilla de origen vegetal
(yo utilicé la de soja de la marca Provamel)
Zumo de medio limón
Para el decorado: mermelada de fresa.

Preparación 
Ponemos en un bol los huevos, el azúcar, el zumo de limón y la mantequilla a temperatura ambiente. Batimos todo bien hasta que quede todo bien mezclado.

A continuación, ponemos la harina mezclada con la levadura encima de una superficie plana (encimera, mesa…) bien limpia. Formamos una montañita con ella y hacemos un agujero en el medio, como si tratáramos de hacer una especie de volcán. En ese agujero, echamos la mezcla anterior y vamos mezclando poco a poco con las manos, hasta que quede una masa homogénea y compacta que no se nos queda pegada a los dedos (si se nos queda pegada, echaríamos un poquito más de harina hasta conseguirlo).

Una vez hecha la masa, hacemos una bola con ella, la colocamos en un bol o plato hondo y la taparemos con film transparente para así meterla en la nevera aproximadamente una hora.
Transcurrida esa hora, ponemos a precalentar el horno a 180º sin la bandeja. Sobre esta última, colocaremos un trozo de papel de horno que cubra toda la superficie.

A continuación, sacamos la masa de la nevera, cogemos pequeños trozos de ella y formamos bolitas, que después aplastaremos con las palmas de las manos y colocaremos sobre el papel de horno.

Una vez dispuestas en la bandeja, con un dedo hundiremos un poquito el centro de cada galleta. Sobre esa zona hundida, pondremos una pequeña cantidad de mermelada de fresa.

Para finalizar, metemos la bandeja en el horno y horneamos unos 30 minutos, hasta que veamos que los bordes se empiezan a dorar. Sacamos las galletas del horno y las ponemos a enfriar sobre una rejilla.


Una vez frías, ¡toca probarlas y dar a probar!
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A pesar de ser improvisadas, puedo deciros que salen unas pastitas muy buenas. Quizá para la próxima vez que las haga me atreva a echarle el zumo de un limón y no de medio para que tengan aún más sabor. 

Y como digo yo siempre: “para muestra, un botón”. Aquí os dejo una foto para que veáis cómo me quedaron.



¡Espero que os gusten!

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